Ese es el caso de Reportur, cuando significa que cerca de un tercio de esas empresas dedicadas a los viajes sigue devaluándose. Indica el medio digital que la crisis desatada por las medidas arancelarias del mandatario estadounidense, Donald Trump, rebota en los gigantes de la industria turística y les devalúa.
Sectores como el aéreo y el hotelero son los que más sufren la caída en el precio de sus acciones, tanto en las bolsas de valores de Estados Unidos como en las de Europa.
Es el caso de las aerolíneas estadounidenses y europeas, pues las caídas accionarias más relevantes resultaron de Delta con 15,7 por ciento, solo la semana pasada, tras un descenso del 31,06 en un mes.
Por su parte, Southwest cae 22,9 por ciento en cinco días, 13,05 por ciento en un mes, y sigue en picada con 2,53 en el primer día de la semana. United bajó 18,6 por ciento la semana pasada y en un mes perdió 32,23.
Spirit cayó el mes pasado 25,5 por ciento, hoy su acción se cotiza en 0,465. American el viernes 4 de abril cotizó su acción en 9,08 dólares, un 32 por ciento menos respecto al mismo día de marzo (este lunes cotizó en 9,52, con una leve subida del 0,58).
En tanto, Alaska Air en un día perdió 2,01 por ciento y en un mes 29,68 por ciento.
Las aerolíneas europeas como las que agrupa IAG, entre ellas British Airways, Iberia y Aer Lingus, bajaron este lunes más del 10 por ciento en el día. Este lunes sus acciones estaban valoradas en 2,62 (unos 2,86 dólares) menos 6,45 por ciento al cierre del viernes y una caída de 33,87 por ciento en el último mes.
Mientras Ryanair Holdings bajó 4,3 por ciento en las últimas 24 horas y un 3,3 en la última semana, easyJet cayó 4,9 y Wizz Air 5,3. Lufthansa inició la semana cotizando 6,33 dólares, cayendo 3,46 por ciento, pero desde el mes anterior sufrió una baja del 26,64 por ciento, y así sigue la lista con firmas como Air France-KLM que también aparece entre las perdedoras.
La relación incluye a la industria hotelera y de cruceros, casos como Royal Caribbean, Accor, IHG, InterContinental, Holiday Inn, Crowne Plaza, Marriott y Hilton.
Indica la publicación que el efecto de Washington en su retórica sobre sus aliados vecinos está afectando al sector del turismo en general y al aéreo, como es el caso de United, que recortó frecuencias de vuelos desde Canadá ante la menor demanda.
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