Las víctimas alojadas en los distintos centros de acogida habilitados por el Gobierno rondan las tres mil personas, mientras que 46 congoleños estaban hospitalizados este miércoles de acuerdo con un comunicado del Ministerio del Interior.
Además de las personas damnificadas y las viviendas inundadas y derrumbadas, las fuertes precipitaciones provocaron grandes perjuicios a infraestructuras clave como la Compañía Nacional de Electricidad (SNEL) y la Autoridad de Distribución de Agua (Regideso).
Este fenómeno ha complejizado la vida de la capital, pues se registran cortes de electricidad e interrupciones en el suministro de agua potable en varios barrios y municipios.
Según Radio Okapi, desde hace cinco días localidades como Masina, Kimbanseke y Matete sufren escasez de agua, por lo que los residentes viajan largas distancias para suplir sus necesidades del líquido.
El Ministerio del Interior anunció que los trabajos de reparación para restablecer el suministro de agua y electricidad avanzan rápidamente, y señaló que todas las subestaciones de alta y media tensión están en funcionamiento, y todas las estaciones de bombeo de Regideso cuentan con energía.
La Asamblea provincial de Kinshasa dispuso la creación de una comisión para investigar las causas de las inundaciones ocurridas el pasado fin de semana, que estará compuesta por 16 diputados provinciales y dos expertos, y visitará los lugares afectados.
La comitiva se reunirá con las familias damnificadas, autoridades locales y provinciales pertinentes, con el objetivo de formular soluciones eficaces y sostenibles a estos desafíos.
El reporte de la comisión debe presentarse en un plazo de diez días.
Dados los riesgos persistentes sobre el terreno, las autoridades llamaron a la población a observar medidas de seguridad como el evacuar taludes inestables y casas agrietadas; así como no cruzar aguas estancadas o inundadas para evitar el ahogamiento, electrocución y contaminación con el cólera y otras infecciones.
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