Los líderes de la mencionada organización expresaron su indignación por la paralización de las actividades escolares, especialmente en el departamento del Oeste, a causa de la violencia de las bandas armadas.
Mostraron su preocupación por el cierre de casi 650 escuelas en Puerto Príncipe, y pidieron al Consejo Presidencial de Transición que destituya a Didier.
El primer ministro -en opinión de la organización- debe ser reemplazado por un experto en seguridad, capaz de restablecer el orden para que los niños puedan volver a la escuela.
Ahora surge la duda sobre la realización de exámenes oficiales este año a nivel nacional, para evaluar a los estudiantes sobre los conceptos aprendidos.
Aconsejaron a las autoridades competentes que sitúen a los jóvenes en el centro de los debates, para que puedan hacer su aporte en la resolución de la crisis.
Los miembros de la organización sostuvieron que el poder de las pandillas es un vivo testimonio de la mala gestión y la mala gobernanza de las autoridades de turno.
Acusaron Didier de no haber tomado medidas concretas para erradicar el flagelo del bandidaje en el país antillano.
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