Abinader rindió guardia de honor ante el ataúd de este ícono de la cultura dominicana, junto con la primera dama, Raquel Arbaje, y los ministros de Cultura, Roberto Ángel Salcedo, y de la Presidencia, José Ignacio Paliza.
La hija del artista, Zulinka Pérez, interpretó «Color de Rosa», la última pieza que cantó junto a su padre en el escenario del centro nocturno poco antes de la tragedia.
Al homenaje al artista asistieron diversas personalidades del ámbito artístico, político, empresarial y ciudadanos en general.
Las honras fúnebres iniciaron en horas de esta mañana y se extenderán hasta las 16:00, hora local, en el Teatro Nacional Eduardo Brito, en un espacio abierto al público para que amigos, colegas y admiradores puedan despedirse del legendario cantante.
Al finalizar las honras fúnebres de “La voz más alta del merengue”, se procederá a darle sepultura en el parque cementerio Puerta del Cielo.
Roberto Antonio Pérez, conocido artísticamente como Rubby Pérez, nació el 8 de marzo de 1956 en Haina, República Dominicana.

Famoso por su potente voz, Pérez estudió en el Conversatorio Nacional de Música en Santo Domingo y luego inició su carrera artística en grupos como Los Pitágoras del Ritmo y el Coro de la Sociedad de Orientación Juvenil.
Su primer gran salto lo dio en 1980 cuando se unió a la orquesta de Fernando Villalona y dos años después pasó a formar parte de la afamada orquesta de Wilfrido Vargas.
Allí grabó 22 temas y alcanzó fama internacional con éxitos como “El Africano” (1983) y «Volveré» (1984).
Más tarde, en 1986, lanzó su primer álbum como solista, “Buscando tus besos”, que incluía los éxitos “Dame veneno”, “Contigo” y “Ave de paso”.
A partir de entonces, se consolidó como solista con varios discos de oro y platino, premios Casandra, y giras internacionales.
Su fallecimiento y el de cientos de personas que disfrutaban esa noche de su buena música en la discoteca Jet Set ha conmocionado a la sociedad dominicana, que califica este suceso como una tragedia nacional.
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