Yandry Machado, jefe del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) en el territorio, ubicado en la zona central de la isla, explicó que la estrategia consiste en la aplicación de kit de laboratorio para el diagnóstico temprano y el tratamiento de infecciones connatales y posnatales, causantes de decesos en neonatos.
Uno de los proyectos en ejecución, auspiciado por la Organización Panamericana de la Salud, consiste en la aplicación de la molécula Mush y está presente en las provincias cubanas de Villa Clara, La Habana y Guantánamo, con una tecnología que permite detectar en menos de 24 horas la presencia de microorganismos dañinos y la resistencia a los antimicrobianos.
De acuerdo con la doctora Alina Choy, especialista de segundo grado en microbiología molecular, el otro proyecto busca detectar de manera precoz la presencia de sepsis respiratoria en los neonatos e informar al equipo médico sobre los posibles antibióticos de elección para realizar un tratamiento efectivo.
La introducción de estos proyectos al sistema nacional de salud cubano incrementa el número de enfermedades detectables mediante el tamiz neonatal, un elemento que contribuye a reducir riesgos de mortalidad infantil.
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