La decisión se adoptó luego de los desórdenes ocurridos el jueves en el Estadio Monumental antes del juego del Cacique contra Fortaleza, de Brasil, por la Copa Libertadores, donde perdieron la vida una joven de 18 años y un adolescente de 13.
El compromiso a la postre se interrumpió cuando en el interior del recinto las barras bravas del equipo chileno invadieron la cancha.
Respecto al choque del domingo, correspondiente a la séptima fecha del torneo de primera división, Cordero dijo que se acordó no realizarlo tras un informe emitido por Carabineros, el cual señala la inexistencia de suficientes condiciones de seguridad.
En nuestra opinión el fútbol no soporta una sola víctima más, afirmó el funcionario, y agregó que este tipo de actos no deben ocurrir nunca más.
Los aficionados de ambos equipos han protagonizado violentos choques en ocasiones anteriores y este año no se pudo realizar el encuentro por la Supercopa de Chile, precisamente por razones de seguridad.
El ministro agregó que la suspensión del partido también es una muestra de respeto a las víctimas de la víspera, cuyos funerales están programados precisamente para el domingo.
Preguntado sobre la presunta participación de un vehículo de Carabineros en las dos muertes durante los incidentes del jueves, dijo que ese asunto está en investigación y el piloto quedó temporalmente separado de sus funciones hasta conocer exactamente lo acontecido.
Se refirió, asimismo, a mensajes circulados en las redes sociales por la llamada Garra Blanca, considerada la más violenta barra brava del Colo Colo, conminando a no jugar el superclásico contra la Universidad de Chile.
Ni el Ejecutivo ni Carabineros sienten temor por estos mensajes, aseguró Cordero, y reiteró que la desprogramación del juego se decidió tras recibir el informe sobre las condiciones de seguridad.
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