Se trata de los bancos de tierras, una iniciativa que ya se había comenzado a materializar, pero ahora busca realizar actividades orientadas a introducir, mejorar y capacitar al personal en los sistemas de información.
La FAO puntualizó que Granada, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas serán beneficiados con estos planes de acción.
El organismo recordó que los bancos de tierras constituyen herramientas para garantizar el acceso a ese recurso natural para el desarrollo agrícola, y existen desde hace décadas en muchas partes del mundo.
De esta forma el Caribe de manera paulatina contará con una vía para redistribuir las tierras subutilizadas y ociosas a los agricultores, lo que les permite tener un acceso más seguro y mejorar su productividad agrícola.
Los bancos de tierras en la promoción de la inclusión de los grupos marginados en el sector agrícola, especialmente los jóvenes y las mujeres.
Garantizar el acceso inclusivo a la tierra puede ayudar a avanzar en el logro de las agendas nacionales, regionales y mundiales, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y a promover un futuro alimentario regional resiliente.
Los bancos de tierras deben funcionar como un mecanismo flexible, adaptable a las prioridades y necesidades de los países para promover el desarrollo agrícola, asegurando que la administración de tierras públicas esté bien gestionada.
Su desarrollo debe ir acompañado de la capacitación en buenas prácticas agrícolas, la creación de capacidad de los funcionarios técnicos, el desarrollo de la cadena de valor, modelos de negocio y el aumento del acceso a los mercados.
Los bancos de tierra no son la solución final de la inseguridad alimentaria y a los problemas a los que se enfrentan los agricultores, pero son una herramienta para ayudar a aumentar la resiliencia a las crisis, las amenazas y los riesgos que enfrenta el sector.
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