El organismo explicó en un comunicado que la crisis se agravó desde que el 2 de marzo último el Ejército impuso un bloqueo total contra el enclave costero y 16 días después reinició su ofensiva.

En similar sentido se pronunció el Fondo de Población de las Naciones Unidas al advertir que “la crisis humanitaria en el territorio palestino ocupado empeoró significativamente después del colapso del alto el fuego”.

Las mujeres y las niñas continúan enfrentando riesgos desproporcionados, incluida la exposición a la violencia de género, las condiciones de parto inseguras y la grave angustia psicológica, subrayó.

Mientras, apuntó la agencia, los hospitales están abrumados, no hay suministros médicos y solo una fracción de los centros de salud funcionan parcialmente.

El Comisionado General del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, Philippe Lazzarini, describió ayer la situación en Gaza como un infierno debido a la hambruna, la propagación de enfermedades y los sistemáticos ataques israelíes.

No hay absolutamente ningún lugar seguro en ese territorio, afirmó en declaraciones a la agencia turca de noticias Anadolu.

Estimó que el reciente asesinato en el sur del enclave costero de 15 paramédicos y miembros de la Defensa Civil representa “un nuevo nivel de escalada, ya que se conocía claramente la identidad de esas personas”.

El funcionario citó las palabras del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, quien aseguró que “Gaza se ha convertido en un campo de exterminio”.

“Antes de la tregua, pensábamos que era un infierno, pero en realidad hemos tocado fondo. Desde el colapso de la tregua (el 18 de marzo), la situación parece haber empeorado”, subrayó Lazzarini.

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