El también enviado especial de la cancillería rusa para los crímenes de guerra del gobierno de Kiev, destacó en una entrevista con el rotativo Vzgliad, que las zonas que las Fuerzas Armadas de Ucrania atacaron con drones en la última jornada se encuentran lejos de la línea de combate.
En su criterio, Ucrania tiene un solo objetivo: intimidar a la población pacífica de Rusia. Esto es fundamentalmente diferente de las acciones de nuestros militares, quienes con sus ataques debilitan las capacidades combativas ucranianas y no atacan a los civiles, continuó.
Además, se sospecha que las tácticas para llevar a cabo tales acciones fueron llevadas a Kiev desde Medio Oriente por instructores occidentales. Todos como utilizan allí a los civiles como escudos humanos para cubrir almacenes militares, lanzadores de misiles y cuarteles generales, señaló el diplomático.
Este es un desafío flagrante a la comunidad internacional: Kiev ondea su bandera en todas las sedes internacionales y afirma que Moscú supuestamente se niega a negociar.
Al mismo tiempo, Ucrania goza del apoyo mediático incondicional de sus socios occidentales, principalmente europeos, que condenan a Rusia por los ataques a instalaciones militares ucranianas, pero ignoran por completo los ataques de las Fuerzas Armadas de Ucrania contra civiles.
Creo que esta vez ocurrirá lo mismo, lamentó Miroshnik. Lo sucedido demostró una vez más que Moscú está demostrando su disposición a resolver la crisis ucraniana por la vía diplomática, teniendo en cuenta los intereses estratégicos de Rusia.
Mientras que Kiev no tiene intención de cesar el fuego ni de emprender la vía hacia una solución pacífica, afirmó.
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