Tras dos años de guerra, la cantidad de menores en situación de precariedad nutricional subió al doble, y “sin una acción urgente, la grave crisis humanitaria de Sudán podría desembocar en una catástrofe aún mayor”, señaló la entidad.
Según la directora ejecutiva del organismo, Catherine Russell, la nación africana sufre la mayor crisis de desplazamiento infantil en la actualidad, pero “no está recibiendo la atención del mundo”.
La mitad de los 30 millones de habitantes que precisan auxilio son niños; es decir, integrantes del grupo poblacional más vulnerable ante la violencia: homicidios, mutilaciones, secuestros y ataques contra escuelas y hospitales, afirmó la Unicef mediante un comunicado.
Hasta el momento, la hambruna fue declarada en al menos cinco localidades y amenaza con extenderse por otras 17 zonas, mientras los brotes de cólera o dengue cuentan “con el caldo de cultivo perfecto”, como consecuencia de la contaminación del agua, el saneamiento deficiente y dos desplazamientos masivos de población.
A todo ello, abundó la Unicef, se suma el deterioro del acceso humanitario; las restricciones o los impedimentos burocráticos, estimó, solo provocan retrasos y dificultades para hacer llegar suministros vitales a los niños, cuya supervivencia está en peligro.
Dos años de violencia y desplazamientos han destrozado las vidas de millones de infantes y “las necesidades siguen superando la financiación humanitaria», aseguró Russell.
mem/mjm