Liderado por investigadores de la Universidad de las Illes Balears y el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, en el estudio fue elaborado un modelo contrafactual de las temperaturas de la superficie del mar desde 1940 a escala global.
Publicado en la revista científica PNAS, subraya el artículo que las olas de calor marinas son períodos prolongados de temperaturas elevadas en la superficie del mar, como el que afectó las aguas de las islas británicas y del Mediterráneo en el verano de 2023.
Estos fenómenos tienen consecuencias importantes para la vida marina, y afectan por ejemplo a los arrecifes de coral y a las praderas marinas», afirma Marta Marcos, profesora del departamento de Física de la UIB y autora principal del estudio.
A lo largo de las últimas décadas, la comunidad científica ha constatado como la frecuencia, la intensidad y la duración de las olas de calor marinas se ha incrementado. El reto sigue siendo cuantificar la contribución del cambio climático causado por la actividad humana a las olas de calor marinas observadas.
Para ello, los investigadores han elaborado un modelo contrafactual de las temperaturas de la superficie del mar desde 1940 a escala global.
Este modelo elimina las tendencias del calentamiento global, muestra un clima estable, y permite comparar estos datos con las tendencias observadas a lo largo de más de ocho décadas para cuantificar la contribución del cambio climático a las olas de calor marinas.
Según los datos de este modelo, el 47 por ciento de las olas de calor marinas que se han producido entre 2000 y 2020 no habrían sido calificadas como eventos extremos si no fuera por el efecto del calentamiento global.
Además, el calentamiento también se relacionó con un aumento de casi tres veces desde 1940 en el número de días al año en que los océanos experimentan calor extremo en la superficie. Los resultados también mostraron que el calentamiento global es en promedio responsable de un aumento de 1º C en la intensidad de las olas de calor marinas a lo largo de estas décadas.
Los resultados también muestran una pauta de intensificación amplificada de las olas de calor marinas a partir del año 2000, lo que pone de relieve el papel perjudicial del calentamiento global en los fenómenos de temperaturas extremas de la superficie del mar.
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