Bayrou ofreció declaraciones a la prensa en el contexto de una reunión con miembros de su gobierno, parlamentarios y representantes sindicales para abordar el camino de la elaboración del presupuesto para el año próximo, en un escenario de inquietud por los recortes anunciados.
El primer ministro reconoció una situación compleja, marcada por una deuda que calificó de peligrosa y potencialmente irreversible y un déficit público que cerró el año pasado cerca del seis por ciento del Producto Interno Bruto.
Ante el desafiante panorama, el gobierno ya anunció que buscará ahorrar entre 40 mil y 50 mil millones en el presupuesto 2026, de cara a la meta de reducir el déficit a un 4,6 por ciento el año próximo y por debajo de un tres para el 2029.
Para Bayrou, el problema es que Francia “no trabaja, ni produce lo suficiente”, por lo que instó a considerar la reindustrialización una obsesión.
Si la producción por habitante fuese como la de nuestros vecinos, no tendríamos este déficit presupuestario, advirtió en esta capital.
Respecto a los ahorros proyectados, estimó que solo la conciencia ciudadana y asumir la realidad podrán conducir a una acción determinada.
La duda que impera es de dónde saldrá el esfuerzo para financiar los 40 mil millones de ahorros, una respuesta que el primer ministro aspira a responder antes del 14 de julio, el día de la Fiesta Nacional de Francia.
Ante la posibilidad de que esos recortes impacten a los colectivos territoriales, la Asociación de Alcaldes de Francia optó por boicotear la reunión organizada por Bayrou este martes.
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