Un decreto gubernamental agregó esa restricción a la suspensión de las libertades de libre tránsito y reuniones, así como del derecho a la inviolabilidad de domicilio y al despliegue de fuerzas militares en respaldo a la Policía Nacional.
La obligación de que los motociclistas circulen así responde al hecho de que los constantes ataques intimidatorios con armas de fuego o explosivos, así como los asesinatos por sicarios, están a cargo de parejas de delincuentes, en las que uno conduce la máquina y el segundo ejecuta el delito.
El ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez, informó que, además, el Gobierno prepara un paquete de normas para regular el tránsito de motos lineales, a fin de facilitar la labor fiscalizadora de la Policía Nacional.
Las organizaciones de motociclistas y aquellos que se dedican a la entrega de productos comprados por teléfono o Internet, marcharon recientemente como rechazo a la restricción.
También se pronunciaron en contra la asociación de empresas de venta de automóviles y motocicletas y uno de sus representantes dijo que prohibir las motos porque son usadas para delinquir sería comparable con proscribir los zapatos deportivos porque los ladrones los usan para escapar con el botín tras robos callejeros.
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