Un reporte divulgado este jueves en el sitio digital del diario La Stampa refiere que el Partido Democrático (PD), el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), la Alianza de los Verdes y la Izquierda (AVS), Acción e Italia Viva (IV), entre otras fuerzas, llamaron a recoger firmas para un referendo dirigido a derogar esa ley.
La líder del PD, Elly Schlein, aseguró en declaraciones a la prensa que “la batalla por defender la unidad del país apenas comienza”, tras la aprobación definitiva en la Cámara de Diputados, poco después del amanecer, de esta reforma acerca de la autonomía diferenciada, que calificó como un “sueño secesionista” de la ultraderecha.
En un mensaje divulgado en las redes sociales, la primera ministra, Giorgia Meloni, consideró la aprobación de esta legislación como “un paso adelante para construir una Italia más fuerte y más justa”, mientras que los líderes opositores coinciden en que la misma divide a la nación, y afecta a las regiones más pobres.
Como una de las primeras acciones para cuestionar la puesta en marcha de esta iniciativa, el líder de la bancada del PD en el Senado, Francesco Boccia, pidió al ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti que explique ante el Parlamento cómo piensan avanzar, dado que la ley ya está en vigor, pero sin un solo euro destinado a implementarla.
El ex primer ministro Matteo Renzi, presidente del partido Italia Viva, señaló que esta nueva medida no sirve a las regiones más ricas del norte del país y es perjudicial para las más pobres, del sur, a la vez que la calificó como “una locura institucional”.
Esta reforma es cuestionada incluso por el cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Comisión Episcopal Italiana (CEI), quien lamentó que los legisladores no tomaron en serio sus planteamientos en contra, mientras el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, expresó su preocupación de que la misma cree nuevos desequilibrios.
Por otra parte, la mayoría de las más importantes fuerzas sindicales ya manifestaron su desacuerdo, como es el caso de la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), la cual mediante un comunicado calificó esta ley como “una herida profunda para la democracia” que socava los derechos de los ciudadanos”.
La autonomía diferenciada “compromete la unidad del país y ataca la Constitución nacida de la Resistencia antifascista” señala la nota de la CGIL, que llamó a sus afiliados a movilizarse contra la misma, así como a constituir un comité de promoción para recoger firmas que conduzcan al referendo para su derogación.
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