La fecha, aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas en 2022, reconoce el aporte de las féminas en el poder con estilos de liderazgo, experiencia y prioridades que permiten ampliar el alcance de las cuestiones que se examinan y la calidad de los resultados.
Varios estudios citados por las Naciones Unidas dan fe del importante rol del liderazgo femenino en gabinetes y parlamentos para la promoción de leyes y políticas con mejores resultados para la población, el medio ambiente y la cohesión social.
Sin embargo, el organismo admite que aún queda mucho trabajo para conseguir una buena representación y participación de las mujeres dentro de sus propias estructuras.
En sus 77 años de existencia, solo cuatro mujeres fueron electas presidentas de la Asamblea General de la ONU mientras que de los 15 miembros actuales del Consejo de Seguridad, las féminas están representadas en poco más de un tercio.
Otras cifras aseguran que en enero de 2023 solo 34 mujeres ocupaban las jefaturas de Estado o de Gobierno en 31 países y apenas dos de los cinco procesos de paz dirigidos o codirigidos por la ONU en 2021 los lideraron mujeres mediadoras.
Los beneficiosos resultados del protagonismo femenino en cargos decisivos de la diplomacia o la política se confirman en mayores gastos sociales y menores en asuntos de defensa en países con más mujeres en puestos legislativos y ejecutivos.
Desde 2014, suman 143 los países que garantizan la igualdad entre hombres y mujeres en sus constituciones mientras que otros 52 aún no asumen este importante compromiso.
A juicio de Naciones Unidas, abogar por una mayor representación de las mujeres en puestos clave de toma de decisiones moldeará e implementará en gran medida las agendas multilaterales.
La igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas también contribuirán de manera crucial a la consecución de todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La incorporación sistemática de una perspectiva de género en la implementación de la Agenda 2030 es imprescindible, por lo que el quinto ODS aboga por la participación igualitaria en la toma de decisiones.
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