La Cancillería emitió un comunicado en el que expresó asimismo su solidaridad con la población afectada, manifestó sus condolencias a las familias de quienes fallecieron y deseó una pronta recuperación a los lesionados por los hechos, a los que calificó de condenables.
El pasado 23 de junio, terroristas armados extremistas prendieron fuego a dos iglesias ortodoxas, una sinagoga y un puesto de la Policía de Tránsito en las ciudades de Derbent y Majachkalá, en la República rusa de Daguestán.
Las autoridades señalaron entre las víctimas a 15 policías y también civiles, entre estos últimos un sacerdote.
El Comité de Investigación regional abrió una causa penal en virtud del artículo 205 del Código Penal ruso, referido a los actos terroristas.
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