“Desde que regresó a la Presidencia reelecto por el pueblo, será su primera llegada bilateral a Bolivia”, afirmó en entrevista concedida a Prensa Latina.
Recordó el diplomático que ambos dignatarios se reunieron en marzo último, al margen de la Octava Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en San Vicente y las Granadinas.
Sobreira López dijo a esta agencia de noticias que durante esa reunión los mandatarios acordaron que su próximo encuentro oficial se realizaría a inicios de julio en el departamento boliviano de Santa Cruz.
“Según lo previsto -explicó el embajador-, llegará la noche del 8 de julio directamente de Asunción, Paraguay, de la Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur), y estará todo el día 9 para reuniones con su par Arce, otras autoridades bolivianas y la comunidad brasileña en el Estado Plurinacional”.
Anticipó que en esa jornada las partes analizarán todos los temas importantes de la agenda bilateral y también de la internacional.
También será parte de las pláticas la integración energética y física entre Brasil y Bolivia, así como el combate a los delitos internacionales transfronterizos.
“O sea, es una agenda muy intensa de países vecinos, como corresponde a Brasil y Bolivia”, concluyó el embajador.
El 17 de junio último, la ministra de Relaciones Exteriores, Celinda Sosa, declaró que Arce asistirá el 8 de julio al foro de Mercosur en Paraguay y 24 horas después recibirá en Santa Cruz a su par brasileño.
Informó que junto a él evaluará la agenda bilateral de integración y comercio.
Describió temas como energía (hidroeléctricas y biodiésel), fertilizantes, infraestructura productiva y de carreteras, así como otros rubros comerciales.
“También tendremos una reunión con los sectores empresariales, tanto de Bolivia como de Brasil. Va a ser una agenda amplia”, insistió la jefa de la diplomacia boliviana.
Brasil es uno de los principales socios comerciales del Estado Plurinacional, y Sosa consideró que este encuentro podrá fortalecer los nexos comerciales, económicos y, sobre todo, políticos.
Hace ocho años, Bolivia inició el proceso de adhesión al Mercosur, que se encontraba estancado por la falta de aprobación en el Órgano Legislativo de Brasil, obstáculo que fue vencido tras la llegada a la presidencia de Lula da Silva y las gestiones realizadas ante él por su par boliviano.
La Cámara de Diputados boliviana ya aprobó el Protocolo de Adhesión al Mercosur y lo remitió al Senado para su revisión y posterior sanción por el Ejecutivo.
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