El portavoz de DABS, Hekmatullah Miwandi, explicó que dichos proyectos se están implementando en las provincias de Kabul, Nangarhar, Balkh y Herat; el plan quinquenal de la empresa tiene como objetivo añadir mil megavatios adicionales a la producción energética del país.
Por su parte, el exdirector de DABS, Amanullah Ghalib, alertó sobre las restricciones bancarias y el desafío de proporcionar garantías financieras para los inversores extranjeros.
El gobierno necesita invertir más en sus recursos internos y proporcionar capacidades, infraestructura y garantías financieras, además de seguridad para los inversores. En este escenario, pueden estar seguros de que los inversores nacionales, con ayuda extranjera, invertirán en Afganistán, apuntó Ghalib.
Las estadísticas muestran que Afganistán tiene capacidad para producir 23 mil megavatios de energía hidroeléctrica, 222 mil megavatios de energía solar, 58 mil megavatios de energía eólica y más de cuatro mil megavatios de energía a partir del carbón.
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