Conocida como la Casa del Vínculo y el Retorno, la vivienda perteneció al primo y padrino de El Libertador, Juan Jerez de Aristigueta, quien luego la cedió al Padre de la Patria cuando este contrajo matrimonio en España con María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza.
Lo que fuera una enorme edificación de ladrillos y madera de una sola planta transitó por innumerables usos y transformaciones en el cursar del tiempo, que la convirtieron en ocho locales comerciales, una imprenta, una joyería llamada París y hasta en emprendimientos modestos.
En los finales de la década del 40 del siglo XX el lugar fue casi demolido en su totalidad para levantar un inmueble de cuatro pisos, de los cuales quedan solo dos, el superior de manera simbólica, el cual se sostiene por la también conocida Casa de las Gradillas, nombre homónimo de la esquina donde está ubicada.
Más allá de ser la morada donde vivió El Libertador de América, el sitio sirvió de sede en 1810 a la Sociedad Patriótica, fundada por el insigne patriota Francisco de Miranda, y un año después se imprimió allí el Acta de Independencia, según consigna la tarja que identifica el lugar.
El comandante Hugo Chávez (1954-2013) ordenó en 2010 el rescate de lo que se conoce como Casco Histórico de Caracas, que incluyó todas las edificaciones aledañas a la plaza Bolívar, entre ellas la Casa del Vínculo y el Retorno.
Este plan está insertado en el programa de conservación, rehabilitación y mantenimiento del patrimonio tangible e intangible del gobierno capitalino y contempla la atención al llamado Casco Histórico Central, donde surgieron la ciudad y las 22 parroquias del municipio Libertador.
(Tomado de Orbe)
