Tres veces han doblegado los orientales a los habaneros en esta serie al mejor de siete partidos para colocarse a solo un paso de firmar la venganza luego de caer ante ellos en la campaña pasada en la discusión del boleto a la gran final.
Después de vencer en par de ocasiones en sus predios del Guillermón Moncada la tropa de Eddy Cajigal no creyó en localías y batió la víspera a sus rivales en un desafío muy disputado que concluyó con pizarra de 5-4 en 12 entradas.
Apenas cuatro indiscutibles conectaron las llamadas Avispas, pero una vez más salieron a flote las deficiencias de sus contrarios, perjudicados por los errores defensivos.
En el segundo pleito la friolera de siete pifias hizo humo sus esperanzas de triunfo y ayer cometieron una que provocó tres carreras y le estropeó el trabajo al abridor Maikel Taylor.
Otro punto negativo de los azules de Guillermo Carmona es su productividad con corredores en bases, a pesar que en ese último desafío despertaron en el noveno episodio y lograron marcar dos anotaciones para igualar el marcador.
En estos tres partidos sus bateadores han encontrado 47 corredores en posición anotadora y solo han podido remolcar a nueve de ellos, para un bajo 19.15 por ciento de efectividad.
El llamado Clásico del béisbol cubano está llegando a su fin. Ningún equipo a lo largo de la historia de los campeonatos domésticos ha podido remontar cuando cae en sus primeros tres pleitos y las posibilidades que esto ocurra en esta ocasión son muy remotas.
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