Ubicado en el municipio homónimo, en el departamento de Antioquia, al noroeste del país, el monolito natural de 60 mil toneladas ofrece la vista panorámica más completa de la localidad en la que está enclavado.
Con una altura de 220 metros, los visitantes deben emprender una subida de 740 empinados escalones que zigzaguean a través de una grieta en la piedra misma, hasta llegar a la cima desde donde se puede apreciar todo el hermoso paisaje circundante, lleno de agua por la represa y la reserva forestal de la zona.
Una vez arriba, se observa el embalse de más de dos mil 200 hectáreas de extensión, que consta de varias islas en tonos verdes rodeadas de aguas tranquilas, cuya hermosura es capaz de devolver el resuello al visitante tras el ascenso.
La roca, también conocida como la piedra del Peñol, está compuesta de cuarzo, feldespato y mica, y tiene un diámetro de aproximadamente 100 metros. Muy cerca, en el pueblo de Guatapé, diversas ofertas turísticas están a la mano de los excursionistas.
Con una arquitectura marcadamente colonial, destacan allí las calles empedradas sobre las que se erigen casas multicolores de doble altura y con antiguos y preciosos balcones de madera.
Sin embargo, son los dibujos y pinturas en alto relieve de las viviendas el verdadero deleite para el turista y la manera más original para conocer sobre las tradiciones locales e incluso acerca de las características de sus habitantes
(Tomado de Orbe)
