En un comunicado, la Cancillería reaccionó a la decisión del gobierno de Israel de reconocer cinco nuevas colonias, aprobar planes para la construcción de más de cinco mil viviendas adicionales en varios asentamientos y de apropiarse de mil 200 hectáreas de tierra en el Valle del Jordán.
Por su magnitud y sus consecuencias para la paz y la estabilidad de Cisjordania y regional, estas acciones son de una profunda gravedad, advirtió.
París precisó que desde el año pasado, autoridades israelíes aprobaron más de 20 mil nuevas unidades habitacionales en diversas colonias en la Ribera Occidental e incautaron dos mil 300 hectáreas en Jerusalén Oriental.
Desde los acuerdos de Oslo (1993) no habíamos visto estas cifras, subrayó.
Israel mantiene su política de alterar la demografía de los territorios ocupados, lo cual tiende a la inviabilidad de un Estado palestino reclamado por la inmensa mayoría de los países miembros de las Naciones Unidas.
En ese sentido, Francia consideró la colonización un gran obstáculo para la búsqueda de una paz duradera y una manera de atizar las tensiones y la violencia de los colonos contra la población palestina.
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