Ideado e impulsado por el ya exprimer ministro británico Rishi Sunak, el programa estaba basado en el envío a Ruanda de grupos de migrantes de países africanos del sur del Sahara llegados sin documentos al Reino Unido.
El reconocimiento del deceso del plan, impugnado por varios países africanos y sectores sociales, llegó en la forma de un comunicado del portavoz de gobierno ruandés según el cual está “al tanto de la intención de la intención del Reino Unido de detener el plan de deportación de solicitantes de asilo”.
Al respecto abunda que “el acuerdo fue iniciado por Londres (para) resolver la crisis de la inmigración irregular que afecta al Reino Unido, un problema que preocupa al Reino Unido y no a Ruanda”, especifica el texto.
A pesar de lo terminante de la declaración oficial ruandesa, ninguna de las partes aludió hasta el momento sobre el tema o pronunció el responso por su fallecimiento, que será celebrado por grupos de derechos humanos que lo calificaron de “cruel e inhumano”.
De su lado, países africanos expresaron inquietudes por la adaptación, logística y vías de devolución de los indocumentados a sus países de origen.
La interrogantes ahora es que medidas adoptará el nuevo gobierno Laborisa británico respecto al tema, cuenta habida de la continuación de las llegadas de solicitantes de asilo en el país británico.
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