David Hernández, escritor, y máster en Ciencias Políticas y Ph. D. en la Universidades de Hannover y Berlín, Alemania, en un artículo de opinión “China: cinco principios de coexistencia pacífica” aborda la política de Beijing, que en su 70 aniversario de enunciada “ponen de manifiesto la firme determinación de China de seguir el camino del desarrollo pacífico”.
Cita una ponencia del presidente del gigante asiático, Xi Jinping, en junio pasado, durante el 70 aniversario de los cinco principios de coexistencia pacífica, donde expuso “llevar adelante los cinco principios de coexistencia pacífica y construir de la mano la comunidad de futuro compartido de la humanidad”.
En esa ocasión, el mandatario recordó “los cinco principios básicos resumidos en el respeto mutuo por la soberanía y la integridad territorial, la no agresión mutua, la no interferencia en los asuntos internos de otros países, la igualdad y el beneficio mutuo, y la coexistencia pacífica. Estos enunciados, opinó Rodríguez, sentaron un referente histórico para las relaciones y el Estado de derecho internacional, pues reflejan los propósitos y principios de la Carta de la ONU, corresponden a la corriente de desarrollo de las relaciones internacionales y concuerdan con los intereses fundamentales de todos los pueblos del mundo.
Agregó que Xi en el 70 aniversario de estos cinco principios, abogó por: persistir en el principio de la igualdad soberana, abogar por un mundo multipolar igualitario y ordenado, garantizando la estabilidad general y el carácter constructivo del proceso de la multipolarización mundial.
Asimismo por consolidar la base del respeto mutuo de los pueblos, defender “la regla de oro” de la no interferencia en los asuntos internos de otros países y rechazar la confrontación entre bloques y la formación de pequeños círculos, y hacer realidad la perspectiva de la paz y la seguridad, promoviendo la Iniciativa para la Seguridad Global (ISG) mediante la cooperación.
El experto señaló que otra de las líneas aboga por el concepto de la equidad y la justicia para todos los países; mostrar una visión abierta e inclusiva, practicando la Iniciativa para la Civilización Global (ICG), acrecentando la comprensión y el afecto mutuos entre los pueblos del mundo, así como la inclusión y el aprendizaje recíproco entre las civilizaciones.
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