Tras un recorrido por ese territorio, donde dialogó con los refugiados, las autoridades y comprobó la situación humanitaria, Lemarquis insistió en que no existen recursos para atender al número de personas que abandonó sus hogares debido a la violencia de grupos armados.
Ante ese escenario, señaló que es preciso garantizar condiciones de seguridad en las comunidades para que los congoleños puedan retornar poco a poco, reportó Radio Okapi.
Los desplazados de la localidad de Bule, en el territorio de Djugu, reafirmaron que se necesita el restablecimiento de la autoridad del Estado y un fuerte despliegue de las Fuerzas Armadas de la RDC, así como el desarme de las milicias que operan en el área, pues quienes han regresado voluntariamente fueron víctimas de ataques.
La víspera, la representante especial del secretario general de Naciones Unidas y jefa de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en la RDC, Bintou Keita, enfatizó en el Consejo de Seguridad que en el país se desarrolla una de las crisis humanitarias más graves, complejas y desatendidas de los tiempos actuales.
Comentó que la escalada de la violencia continúa provocando desplazamientos masivos de población, exacerbando la precaria situación humanitaria, y refirió que en territorio congoleño existen hoy unos 7,3 millones de personas desplazadas, de ellas 6,9 millones solo en las provincias del este.
Agregó que el Plan de Respuesta Humanitaria 2024, lanzado el 20 de febrero, busca recaudar dos mil 600 millones de dólares, pero hasta mediados de junio apenas llegaba al 26 por ciento.
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