Tal tesis generó disputas entre los congresistas y el Supremo Tribunal Federal (STF).
El marco temporal presupone que las demarcaciones de posesiones originarias deben ser limitadas a la fecha de la promulgación de la Constitución federal, el 5 de octubre de 1988.
Mientras que la Corte Suprema definió en septiembre que la teoría sería inconstitucional, el Congreso Nacional aprobó el proyecto favorable al polémico hito transitorio.
El texto terminó parcialmente vetado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, pero fue derrocado por los parlamentarios en diciembre.
Para tratar el tema, la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) celebró el lunes una asamblea extraordinaria.
Los líderes cambiaron su postura con respecto al desempeño del Gobierno, después de meses de creciente insatisfacción.
El diario Folha de Sao Paulo asegura que, parte del movimiento, dejó de apoyar la gestión gubernamental, a pesar que otra ala argumenta no ser el momento propicio.
La posición de consenso, por ahora, es de mantenerse aliados a la ministra de los Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara, quien fue otrora coordinadora ejecutiva de la APIB.
El ministro del STF, Gilmar Mendes, marcó para agosto el inicio del proceso de conciliación sobre la ley del marco temporal.
Partidos como Socialismo y Libertad, y Red Sustentabilidad, además de la APIB, presentaron pedidos al Supremo para suspender la medida que instituye la teoría transitoria para la circunscripción de dominios nativos.
El contenido fue aprobado por el Legislativo, tras la articulación de la bancada ruralista como respuesta a la decisión del Supremo que juzgó inconstitucional la tesis.
Los partidos y la APIB demandan en la acción que la ley fuera declarada inconstitucional y tuviera «la interpretación conforme a la Constitución de 1988 a los artículos 231 y 232, que los derechos territoriales de los pueblos indígenas son fundamentales y por lo tanto cláusulas pétreas».
También las organizaciones políticas sugirieron, como medida cautelar, la suspensión de la ordenanza hasta el juicio definitivo del STF sobre el caso.
Especialistas critican el marco temporal, teniendo en cuenta que validaría y legalizaría invasiones y violencias cometidas contra indígenas para la toma de posesión de tierras antes de la fecha mencionada.
Para líderes aborígenes, la tesis excluye la realidad histórica y cultural de los nativos, y viola tratados internacionales firmados por Brasil, como la Declaración de los Pueblos Indígenas de Naciones Unidas y la Convención 169 de la Organización Internacional del Trabajo.
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