El presupuesto, liberado por el Fondo Central para la Respuesta a Emergencias del organismo, apoyará las necesidades urgentes de 2,9 millones de personas, incluidos alimentos, salud e higiene.
El contexto en la nación africana va en deterioro mientras aumenta el flujo de personas procedentes de Sudán como consecuencia del conflicto desatado hace más de un año en ese vecino país.
A esto se suma el inicio de la temporada de lluvias que amenaza con empeorar una situación humanitaria cada vez más grave, mientras las organizaciones locales e internacionales luchan por satisfacer las necesidades más básicas de los refugiados.
La ONU solicitó este año mil 100 millones de dólares para atender a 4,6 millones de personas vulnerables en Chad, sin embargo, su llamado apenas acumula 210 millones de dólares en efectivo.
La crisis en ese país se ubica entre las nueve particularmente graves por la falta de fondos junto a Burkina Faso, Camerún, la República Democrática del Congo, Haití, Honduras, Malí, Myanmar y Sudán.
De acuerdo con la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), en los primeros seis meses de 2024 apenas se contabilizó el 18 por ciento de los 48 mil 700 millones de dólares necesarios para ayudar a las personas necesitadas en todo el planeta.
La financiación resulta terrible a pesar de las crecientes necesidades y las desgarradoras decisiones tomadas por los trabajadores humanitarios sobre quién y qué incluir en los llamamientos de 2024, alertó al respecto la OCHA en su Panorama Humanitario Mundial divulgado en junio.
Entre otras causas, la Oficina reconoció el impacto de los conflictos y la violencia que provocan un aumento de los desplazamientos y profundizaron el sufrimiento.
Junto a eso, las crisis climáticas causaron pérdidas de vidas humanas y medios de subsistencia en múltiples países al provocar inundaciones, ciclones y sequías.
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