Vingegaard, vencedor de las ediciones de 2022 y 2023, descontó gracias a la bonificación, apenas unos segundos de la ventaja que sostiene a Pogacar en poder del maillot amarillo, pero este triunfo en Le Lioran confirmó su mejor versión a las puertas de los Pirineos. La etapa plagada de cotas encadenadas en el Macizo Central francés, habitualmente territorio donde el balcánico acostumbra a exhibirse, Vingegaard despejó dudas de su ascenso en las últimas jornadas y demostró recuperación de las severas lesiones sufridas, tras una terrible caída en la Vuelta al País Vasco, meses atrás.
Pogacar arremetió con fuerza en la subida al Col de Puy Mary, puerto de montaña de primera clase, cuando restaba poco más de 30 kilómetros de la meta; pero el danés logró responderle en el descenso y descontar rueda a rueda para la disputa del sprint que ganó con una inesperada punta de velocidad, imposible de mantener por el esloveno. Resultó un final vibrante entre ambos colosos, separados ahora por un minuto y 14 segundos en la clasificación general individual, con el belga Remco Evenepoel de por medio (segundo a 1:06.3 del líder Pogacar), mientras cuarto se ubica el también esloveno Primoz Roglic a 2:15.5 minutos.
El pelotón tendrá ahora por delante par de etapas llanas durante jueves y viernes, antes de afrontar el fin de semana dos tramos de elevada complejidad en los Pirineos: el sábado con final en la cima del Pla d’Adet y el domingo en Plateau de Beille, dos puertos ciclistas de categoría especial.
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