La aprobación se logró con el apoyo de los diputados del Movimiento Democrático del Pueblo Camerunés, cuyo líder es el presidente Paúl Biya, que ostenta la mayoría en la Asamblea Nacional, por lo que esta legislatura extenderá su mandato por un año, hasta marzo de 2026.
Biya, de 91 años, es uno de los mandatarios más longevos de África y ganó una serie de elecciones, incluyendo las últimas en 2018, en medio de acusaciones de fraude por parte de sus opositores.
En Camerún la ley electoral señala que un candidato presidencial debe ser designado por un partido político representado en la Asamblea Nacional, el Senado o el Consejo Regional, u obtener la recomendación de al menos 300 personalidades.
En las regiones del noroeste y del suroeste operan rebeldes armados de la minoría anglófona, los cuales se enfrentan a las fuerzas de seguridad y reclaman desde 2017 la independencia de esas zonas, en un país donde la mayoría es de lengua francesa.
Como parte de las reivindicaciones, entre otras demandas, exigen a las autoridades centrales una mayor representación en el Gobierno y el uso igualitario del idioma inglés, en relación con la lengua francesa, en establecimientos públicos y en centros escolares.
Según fuentes gubernamentales, el conflicto armado desde 2017 dejó ya un saldo de seis mil muertos y 800 mil desplazados.
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