En su opinión, la ampliación de la OTAN contribuía antes a fortalecer la unidad y mejorar las características de defensa (…) pero ahora ya no se puede hablar de esos dos momentos positivos (…), dijo en declaraciones al canal televisivo M1.
Szijjártó señaló asimismo que la adhesión de Ucrania a la Alianza atlántica tampoco mejoraría las características defensivas porque significaría un riesgo abierto de un conflicto armado con Rusia.
De su lado el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, dijo antes que las declaraciones de los políticos y medios occidentales evidencian los preparativos de Europa para una guerra contra el gigante eslavo.
Este país ocupa hoy la presidencia pro témpore de la Unión Europea (UE) pero es contrario a la política comunitaria de apoyo a Kiev.
Según sus palabras, su gestión al frente del mecanismo comunitario estará centrada en el logro de la paz y no en avivar el conflicto.
Pero sus diferencias con las diferentes estructuras de poder dentro de la UE dificultan esas intenciones.
El premier magiar se reunió días atrás con el presidente ruso Vladimir Putin, con el mandatario chino Xi Jinping y ahora participa en una cumbre de la alianza atlántica en Washington donde se discute la posible admisión de Ucrania en el bloque bélico.
Analistas consideran esa opción poco probable mientras dure el conflicto bélico, pero no descartan que pueda concretarse en un futuro.
Kiev también aspira a integrar la UE, pero ese anhelo choca con la oposición de actores claves dentro del bloque como Alemania y Francia, aunque está última nación muestra posturas contradictorias sobre el tema.
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