“Antes el presupuesto se quedaba en el gobierno y no se entregaba a la gente. Todo era para lo que se conoce como gasto corriente. No había inversión, no había presupuesto para el desarrollo”, ni para el bienestar del pueblo, aseveró el gobernante en su habitual conferencia de prensa.
En su opinión, sería una muy buena reforma administrativa que desaparecieran los aparatos burocráticos improductivos u órganos autónomos, ya que se ahorrarían unos 100 mil millones de pesos (más de cinco mil 600 millones de dólares) al año y se haría sin despedir a ningún trabajador.
Que la función del Instituto de la Transparencia pase a Economía; que el de Comunicaciones pase a la Secretaría correspondiente; que todos los organismos autónomos vinculados con la industria eléctrica, con Petróleos Mexicanos (Pemex), pasen a la Comisión Federal de Electricidad y a Pemex, ejemplificó.
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