“Día tras día, en condiciones horribles, más de mil miembros del personal y voluntarios de la PRCS en Gaza continúan entregando ayuda que salvan vidas”, afirmó la institución en su perfil en X.
Muchos de ellos son desplazados, cuidan de sus familias y no pueden realmente abandonar la zona, subrayó.
El organismo insistió en la rotación del personal humanitario para permitir que los miembros de la Sociedad en Cisjordania reemplacen a sus colegas en Gaza.
La pasada semana, la PRCS condenó la negativa de Israel a permitir la entrada al enclave de trabajadores humanitarios para reemplazar a quienes trabajan de forma ininterrumpida desde el comienzo de la agresión.
Nuestro personal “está agotado después de nueve meses de trabajo ininterrumpido, pero a pesar de estar a solo dos horas de (la ciudad cisjordana de) Ramala, nuestros colegas no pueden entrar en Gaza”, criticó el organismo en mensaje en la misma red social.
Según la PRCS, desde el estallido del actual ciclo de violencia, el 7 de octubre de 2023, más de 30 de sus trabajadores fueron asesinados en la Franja, casi una veintena de ellos mientras cumplían su deber humanitario.
Por su parte, el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (Unrwa) reveló el pasado mes que en ocho meses perdió allí a 193 de sus empleados.
Gaza es el lugar más peligroso del mundo para los trabajadores humanitarios, destacó Unrwa.
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