Al decir de los titulares de Economía y Finanzas, es preciso redoblar esfuerzos para mejorar la eficacia, calidad y composición del gasto público, lo cual debe incluir una consolidación fiscal gradual y sostenida.
La declaración del Eurogrupo sobre la orientación fiscal para 2025 promete realizar las modificaciones presupuestarias, minimizando, al mismo tiempo, sus posibles impactos sobre el crecimiento económico, la productividad y la inversión.
Consultado por periodistas, el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, alegó que una postura fiscal ligeramente contractiva preservará la inversión pública.
En tal sentido, recordó los intereses de la Unión Europea por incrementar los gastos militares, así como en las transiciones verde y digital, lo cual, afirmó, requerirá “cientos de miles de millones” al año.
El ajuste fiscal no es una tarea fácil, pero constituye una necesidad para varios países, especialmente para aquellos que están en un proceso de déficit excesivo, declaró Gentiloni.
“Tenemos, abundó, necesidades específicas en las que no solo podemos confiar en la ayuda estatal nacional, tenemos que iniciar el debate sobre esta posibilidad de necesidades comunes de financiación que se nutrirán de recursos en los mercados financieros.”
A juicio del ministro de Finanzas neerlandés, Eelco Heinen, la emisión de más deuda conjunta no debe ser el camino a seguir, aunque ciertos actores quieren poner sobre la mesa, afirmó.
De manera coincidente, su homólogo alemán, Christian Lindner, consideró que es preferible ver progresos en la arquitectura de la Unión de Mercados de Capitales del club comunitario, antes que en el aumento de la deuda pública.
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