Un comunicado publicado en la página de esa entidad de la ONU condenó los reiterados hechos de violencia que afectaron a miembros de este grupo etario durante lo que va de año.
“No es aceptable que niños, niñas y adolescentes, realizando sus actividades cotidianas en sus propias comunidades, resulten muertos o heridos”, advierte el texto.
En la madrugada del domingo en la comuna capitalina de Quilicura, individuos desconocidos lanzaron más de 40 disparos desde un auto en marcha contra un grupo y asesinaron a cuatro menores de entre 13 y 17 años.
De acuerdo con datos oficiales, los homicidios en contra de infantes pasaron de 45 en 2016 a 66 en 2023, lo cual representa un incremento del 47 por ciento en ocho años.
“No se puede normalizar la muerte violenta de un niño, niña o adolescente”, afirmó Unicef, y señaló que el Estado debe ser efectivo en la protección de ese grupo poblacional y ello también implica garantizar entornos libres de violencia.
Según el organismo de Naciones Unidas, Chile aún está a tiempo de revertir esta tendencia y evitar que el homicidio sea la principal causa de muerte de menores, como sucede en otros países de la región.
“Chile ha avanzado en muchos ámbitos, como la reducción de la mortalidad infantil, la creación del Chile Crece Contigo, la implementación de un potente programa de vacunación; no puede ser que la vida de esos niños luego se pierda en la adolescencia”, advirtió.
Unicef considera que, junto con medidas preventivas, el país “debe atacar las causas estructurales de la vulnerabilidad a la violencia, entre ellas, la pobreza”.
Según la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional de 2022, un 43 por ciento de los hogares con menores ha vivido o presenciado balaceras en su entorno.
“Esta información muestra el contexto de extrema vulnerabilidad donde muchos niños y adolescentes crecen y se desarrollan. Pero también evidencia la deuda que tiene el país con este grupo de la población, a quienes debe garantizar su desarrollo y supervivencia”, señala Unicef.
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