El pelotón partirá de la mediterránea Gruissan con destino a Nimes, la más romana de las ciudades francesas, con 188,6 kilómetros a vencer y el viento como potencial enemigo, el único que podría fragmentar el grupo en detrimento de los esprínteres.
Los favoritos en la antesala de los Alpes son claros, el ganador del triplete en la presente Grande Boucle, el sorprendente eritreo Biniam Girmay (Intermarché-Wanty) y el dos veces triunfador parcial, el belga Jasper Philispen (Alpecin–Deceuninck).
No debería ignorarse al flamante recordista de etapas ganadas en el Tour de Francia (36) Mark Cavendish (Astana Qazaqkstan), aunque en la despedida de los Pirineos el hombre de la Isla de Man llegó con el extra a la meta evitando por poco el «fuera de control».
En el tramo llano la misión de los punteros es evitar la caída, encabezados por el esloveno Pogacar, quien en la aventura pirenaica casi certificó su tercera corona del clásico, las dos primeras en 2020 y 2021.
Vestido de amarillo el balcánico se prepara para el duelo alpino con su gran rival, el danés Jonas Vingegaard (Team Visma), el campeón de los últimos dos años, a quien saca más de tres minutos de ventaja.
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