El fin del enfrentamiento entre Moscú y Kiev debería ir acompañado de la eliminación de la amenaza planteada por Occidente a la seguridad de Rusia, dijo el titular de Relaciones Exteriores durante un debate abierto del Consejo de Seguridad convocado por su delegación, que este mes preside ese ente.
Lavrov insistió en que tanto su país como Occidente necesitan garantías mutuas y acuerdos, en una clara alusión a la necesidad de pactar por la seguridad de ambos.
Al mismo tiempo, consideró necesario tener en cuenta las nuevas realidades geo estratégicas en el continente euroasiático, donde se conforma una nueva arquitectura continental de seguridad verdaderamente igual e indivisible.
En ese contexto, agregó, Europa corre el riesgo de quedarse rezagada respecto a este proceso objetivamente histórico.
«Estamos listos para buscar un equilibrio de intereses», dijo además.
El equilibrio de poder global y regional debería ser restaurado también, junto con la reparación de injusticias en la economía mundial, agregó el alto diplomático.
El canciller ruso rechazó el uso de esas medidas coercitivas en un mundo multipolar que, a su consideración, no debería tener ningún monopolio en la regulación financiera o monetaria, el comercio o las tecnologías.
Con respecto a la política norteamericana, el titular de la diplomacia rusa advirtió que Washington está convencido de que una nueva guerra global no afectará a Estados Unidos, sino a sus aliados europeos.
“Si este análisis constituye la base de la estrategia de la administración de (Joe) Biden, es un error muy peligroso, y los europeos deberían darse cuenta de lo que se les ha asignado un papel suicida», agregó ante los miembros del máximo órgano para la paz del planeta.
A la par, reclamó más atención para las minorías nacionales para atender el conflicto en territorio ucraniano.
«Instamos a todos aquellos que muestran un interés sincero en la superación de la crisis en Ucrania a considerar en cualquiera de sus propuestas la cuestión clave de los derechos de las minorías nacionales. Todos sin excepción», insistió el alto representante.
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