En una entrevista con la televisora Exitosa, hizo el planteamiento al destacar la inscripción de su organización, Movimiento Nuevo Perú por el Buen Vivir ante el Jurado Nacional de Elecciones, lo cual lo habilita para participar en las elecciones proyectadas para 2016.
Descartó sin embargo que tenga asegurado que sea otra vez candidata presidencial, como en 2016 y 2021 porque en Nuevo Perú nadie es dueño ni caudillo permanente ni tiene asegurada la postulación, como ocurre con otras agrupaciones.
Mendoza planteó la necesidad de que, en vez de esperar a las elecciones para unirse, las fuerzas democráticas y progresistas conformen un bloque de lucha unitaria, al margen de sus diferencias, contra lo que llamó mafia y dictadura del Congreso y el Gobierno, para frenar el avance derechista.
Sobre esa base, prosiguió, debería concertarse una coalición electoral de base programática común y advirtió que si no se detiene el copamiento derechista de las instituciones del Estado, no habrá elecciones democráticas en 2026.
De otro lado, fustigó a la presidenta Dina Boluarte por incumplir el compromiso de convocar elecciones adelantadas tras reemplazar en el cargo a Pedro Castillo en diciembre de 2023 y desatar la represión, con un saldo de 50 muertos, contra las protestas que desató su ascenso al poder.
También acusó a la mandataria de ser títere del fujimorismo, mayoritario en el Parlamento que, afirmó es el que realmente gobierna el país.
“La señora Boluarte lo único que hace es decir ‘amén’, esa es la situación en la que estamos, por eso la gente, con justa razón y con buen criterio, dice esta democracia ya no es democracia porque gobiernan los que perdieron las elecciones”, aseveró.
Sobre el anuncio de la candidatura presidencial del exgobernante Alberto Fujimori, considerada inviable por juristas de diversas tendencias debido a que el indulto que lo liberó no lo habilita para postular, Mendoza afirmó que se trata de una maniobra distractiva.
El objetivo del anuncio, señaló, es desviar la atención pública del juicio a la líder fujimorista, Keiko Fujimori, hija de Alberto, en el que se ventila el hecho de que ella recibió ocultamente 17 millones de dólares para sus campañas electorales.
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