Navarro, de 75 años, quien se desempeñó como principal asesor comercial del Trump, se presentó en marzo para cumplir su condena en el centro correccional federal de Miami y saldrá justo a tiempo para hablar en la Convención Nacional Republicana que concluye mañana en la ciudad de Milwaukee, Wisconsin.
El exfuncionario fue declarado culpable en septiembre de dos cargos de desacato al Congreso cuando se negó a cumplir con una citación del comité selecto de la Cámara de Representantes que investigó el ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio federal.
Los investigadores intentaban arrojar luz sobre el suceso protagonizado por cientos de simpatizantes de Trump y solicitaron además de documentos, el testimonio de Navarro relacionado con su conducta después de las elecciones de noviembre de 2020 y sus esfuerzos por dilatar la certificación de los votos del Colegio Electoral.
Aunque apeló su condena bajo el argumento de que tenía privilegio ejecutivo, el juez decidió que debía cumplir su sentencia durante ese periodo.
Navarro fue el primer exfuncionario de la Casa Blanca en ir a prisión al recibir una condena por desacato al Congreso, camino que luego siguió Steve Bannon, un aliado de Trump que fue su estratega en la mansión ejecutiva.
Bannon se entregó en una institución correccional federal de Connecticut a principios de este mes para cumplir sus cuatro meses tras las rejas. También apeló, pero la Corte Suprema rechazó una solicitud de permanecer en libertad mientras transcurría ese proceso.
Su tiempo terminaría alrededor de noviembre, mes de las elecciones en Estados Unidos que podrían devolver a su antiguo jefe a la mansión más importante de la avenida Pensilvania y del país.
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