En nombre de sus casi 2,3 millones de afiliados, la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO) en California instó «encarecidamente a la junta ejecutiva» de la central sindical a oponerse a esa arbitraria designación de Cuba en la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo.
Además, se acordó que «la junta ejecutiva de la AFL-CIO nacional envíe una copia de la resolución al presidente (de Estados Unidos) Joe Biden”.
Según dijo Mark Friedman, miembro del Comité Manos Fuera de Cuba en Los Ángeles y de la Asociación Internacional de Maquinistas Local 1484, una de las agrupaciones que integran la AFL-CIO, el documento fue avalado en la reciente Convención que contó con la participación de más de 700 delegados.
El equipo que trabajó para lograr que se aprobara esta resolución -comentó- incluyó a Tom Brandon, líder de la Conferencia de Maquinistas de California, Bill Camp of Building Relations with Cuban Labor, líderes del IAM local 1484 y activistas del comité Manos Fuera de Cuba de Los Ángeles.
Esto se produce después de que una importante iniciativa similar fuera aprobada por la convención del Sindicato Internacional de Estibadores y Almacenistas, que también donó 10 mil dólares a la campaña Global Health Partners para la compra de marcapasos destinados a instituciones de salud en Cuba.
El reciente evento fue precedido por la Conferencia de Maquinistas de California, que representa a unos 17 mil empleados, que avaló una propuesta igual.
La Convención -añadió Friedman- también reflejó «los cambios que se están produciendo dentro del movimiento laborista estadounidense, con un mayor número de jóvenes y una diversidad que representaba a muchos trabajadores peor pagados que ahora se organizan en todo el estado». Una nueva ola de sindical, no vista desde el final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), tiene lugar en todo Estados Unidos, subrayó Friedman.
Cuba fue incluida por primera vez en la SSOT en 1982, durante la administración del republicano Ronald Reagan hasta 2015, cuando el entonces presidente demócrata Barack Obama decidió levantar la medida por considerar que no tenía mérito ni justificación.
Sin embargo, en enero de 2021, días antes de concluir su mandato, Donald Trump volvió a designar a Cuba en la unilateral lista, una disposición que refuerza el bloqueo impuesto por la Casa Blanca a la nación caribeña hace más de seis décadas.
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