Según la nueva propuesta aprobada por el Gabinete, quienes sean declarados culpables de entrada no autorizada o de intento de acceso a las pistas pueden enfrentarse a hasta dos años de prisión o fuertes multas, destacó ARD.
La legislación propuesta es aún más estricta para determinados delitos.
Si una entrada no autorizada se realiza intencionalmente, implica portar armas o sustancias venenosas, o está vinculada a la facilitación de otro delito, los infractores podrían enfrentarse a una pena de prisión de hasta cinco años.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, citó incidentes recientes en los que activistas climáticos pegaron las manos a las pistas de aterrizaje.
Cualquiera que entre en las instalaciones aeroportuarias sin permiso, pegue las manos a las calles de rodaje y, por tanto, perturbe significativamente el tráfico aéreo, no solo pone en riesgo su propia vida, sino también la de otros, afirmó Faeser.
El ministro de Transporte, Volker Wissing, subrayó la necesidad de endurecer la ley para disuadir este tipo de manifestación y evitar perturbaciones, especialmente durante la temporada alta de viajes.
La propuesta se presentará ahora al Bundestag, el parlamento federal, para su aprobación antes de que pueda convertirse en ley.
Según analistas locales, la urgencia de la legislación se produce tras las protestas no autorizadas de activistas climáticos en las pistas de los aeropuertos de Múnich y Berlín-Brandenburgo, que provocaron numerosas cancelaciones de vuelos.
mem/amp
