“¡Por favor! que se saquen de encima eso de autogolpe, nadie es tonto para hacer aquello, y el Ejercito no lo es”, aseguró la también sobreviviente de las dictaduras castrenses (1964-1982) y presidenta de la Comisión de la Verdad (1917) que investigó estos crímenes.
Durante una entrevista concedida a La Razón Radio, la actual activista del Movimiento Guevarista definió la fallida asonada militar encabezada por el exjefe del Ejército Juan José Zúñiga como “un ensayo de golpe de Estado”.
“Con el Ejército no se puede hablar de esa manera (…) hay que tomar nota de estas cosas y no tomarlas tan a la ligera”, consideró Heredia.
De esa forma criticó el punto de vista de opositores bolivianos al Gobierno y del presidente de Argentina, Javier Milei.
Heredia lamentó que incluso algunos representantes de la izquierda hablen de “autogolpe” respecto a lo que calificó de un ensayo de golpe de Estado.
Explicó que “el Ejército también tiene un nivel de respeto a sí mismo y responsabilidad y como quiera, de ninguna manera una lógica de autogolpe, no, no, definitivamente no”.
Insistió en que se trata de un ensayo evidente, “de tal manera que me parece realmente muy torpe la posición de que pudiera ser un autogolpe”.
Razonó que esa lógica se puede esperar de cualquier gente de la oposición que quiere ocultar las verdaderas intenciones del Ejército, “está la oposición ahí, está Estados Unidos ahí, eso es evidente”, precisó la médico de profesión.
En su criterio, quienes hablan de “autogolpe” intentan debilitar al Gobierno nacional de “tal manera de justificar un siguiente Gobierno, sea por golpe o por un mecanismo electoral”.
Tras el fallido intento de golpe de Estado del 26 de junio en Bolivia y la aprehensión preventiva de sus principales ejecutores, el analista Kevin Anibarro ofreció una interesante alerta comparativa en su artículo El Tanquetazo boliviano.
El texto publicado en diversas plataformas digitales enfatiza en las “características sorprendentemente similares” de lo ocurrido en Chile en 1973, apenas tres meses antes de que el general Augusto Pinochet asumiera el poder por la fuerza a costa de la vida del presidente Salvador Allende.
Refiere Anibarro que, en una fecha casi análoga, el 29 de junio de 1973, el Gobierno de Allende sufrió un ataque posteriormente conocido como el “Tanquetazo”, por el uso de este tipo de blindados y otros vehículos en la ejecución.
“¿En qué radica la importancia de esta similitud? En que, a solo tres meses de ese fallido intento, se dio el golpe de Estado de Augusto Pinochet”, sostiene el autor.
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