La vocera escribió este viernes en su canal de Telegram que es pretencioso que el G7, que representó sólo el 30 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial en 2023, pretenda marcar las pautas en ese sentido a todos, cuando además actualmente prevalece la insolvencia del sistema monetario y financiero internacional.
Zajárova recordó que sin embargo, la participación de los países Brics en el PIB mundial ha alcanzado el 36 por ciento, y además hay otros estados de la mayoría mundial, cuyas economías son pujantes.
Entonces, ¿por qué los países del G7 se comportan de manera tan grosera en el marco de las instituciones de Bretton Woods?», cuestionó la portavoz.
Al respecto, señaló que desde 2022, el principal flujo de recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial «se ha redirigido para apoyar al gobierno de Ucrania». En cambio, los estados que realmente lo necesitan, los países del Sur global, no pueden recibir la asistencia financiera necesaria, añadió.
Por supuesto, en esas condiciones no existe ni puede haber una alternativa a una reforma completa de la arquitectura financiera internacional y sus instituciones claves.
La agenda del FMI y del Banco Mundial debe cumplir plenamente con su perfil financiero y económico y los intereses del desarrollo global», enfatizó la diplomática rusa.
Al respecto, Moscú parte del hecho de que «el sistema monetario y financiero internacional debe ser no discriminatorio, igualmente accesible y justo».
Consideramos necesario consolidar los esfuerzos de la mayoría mundial en el contexto de la reforma de la arquitectura financiera, la formación de un mundo multipolar, basado no en reglas desconocidas dictadas por Occidente, sino en el derecho internacional, teniendo en cuenta los intereses de cada uno, acotó.
Nosotros los estamos promoviendo junto con nuestros socios en los Brics, la Organización de Cooperación de Shanghái, la Unión Económica Euroasiática y otros formatos, concluyó Zajárova.
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