En un comunicado conjunto, las organizaciones afirmaron que el control de Gaza y Cisjordania es un asunto interno palestino y criticaron los reportes de prensa sobre la creación de una fuerza multinacional para enviarla al enclave costero tras el fin de la agresión israelí.
Asimismo, alertaron que solo los egipcios y los palestinos tienen derecho a operar el cruce de Rafah, enclavado en la frontera común.
A principios de este mes, las autoridades palestinas rechazaron cualquier presencia extranjera en la Franja o la Ribera Occidental.
“No hay legitimidad para ninguna presencia extranjera sobre los territorios palestinos”, advirtió en un comunicado el vocero presidencial, Nabil Abu Rudeina.
Nuestro pueblo es el único autorizado a decidir quién lo gobierna y gestiona sus asuntos, afirmó.
Recientemente, el secretario del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina, Hussein Al-Sheikh, criticó en la red social X el eventual envío de soldados de diversos países a Gaza, en especial en torno al cruce de Rafah.
En similar sentido se pronunció el Frente Popular para la Liberación de Palestina, una formación de izquierda.
Cualquier grupo extranjero que asuma la gestión de Rafah será considerado una fuerza de ocupación y por tanto un objetivo legítimo, advirtió.
El diario israelí Haaretz reveló en mayo último que el gobierno de Benjamín Netanyahu tiene la intención de transferir la responsabilidad de la gestión del cruce de Rafah a una empresa privada estadounidense una vez finalizada la campaña militar.
Indicó que los miembros de la firma son exsoldados de unidades especiales del ejército estadounidense, entrenados para proteger sitios estratégicos en zonas de conflicto en África.
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