Imágenes de la Resistencia difundidas por el canal Al-Manar mostraron un ataque con drones kamikazes contra las instalaciones de la base Filon que alberga el cuartel general de la 210ª División del ejército israelí y sus almacenes de armas y municiones en la región norte.
La posición atacada está situada a unos 15 kilómetros al sur de la frontera libanesa e incluye además, las comandancias de varias brigadas, y es la primera vez que se convierte en blanco de Hezbolá.
Como parte de una respuesta a los asesinatos llevados a cabo por la ocupación israelí en las ciudades de Gaza en la Bekaa occidental y en las montañas del sur de Butma, la resistencia lanzó dos ataques aéreos separados, a través de enjambres de drones de asalto, que lograron impactos confirmados en ambos objetivos. .
Otro ataque con vehículos aéreos no tripulados apuntó contra posiciones construidas por las fuerzas del régimen israelí, que incluyen el cuartel general de la brigada occidental 300.
De igual manera, la resistencia atacó con misiles anti blindados a un tanque “Merkava”, logrando un impacto directo que provocó la destrucción del vehículo.
Los nuevos equipos de espionaje y reconocimiento instalados en el asentamiento de Metulla fueron también blanco de un proyectil guiado de los combatientes de Hezbolá.
La resistencia libanesa afirma que sus ataques constituyen una respuesta a las agresiones israelíes contra las localidades civiles en el sur libanés y al genocidio israelí en Gaza, y asegura que continuará sus acciones hasta que se detenga la guerra de exterminio en el enclave palestino.
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