Son casi mil páginas las que integran esta especie de hoja de ruta, un manual elaborado por la Heritage Foundation, considerado el más influyente centro de pensamiento ultraconservador en este país. El exgobernador de Maryland, Larry Hogan (R), es uno de los críticos del engendro.
En un artículo publicado el viernes por Hogan en el diario The Washington Post, advirtió que los “valores tradicionales estadounidenses” peligran tanto para la izquierda como para la derecha.
Al referirse a los conservadores afirmó que “no hay un ejemplo más claro de la amenaza a los valores estadounidenses que el Proyecto 2025″.
El plan, que está ganando terreno como proyecto no oficial de transición presidencial, se divide en secciones basadas en cinco temas principales: “Tomar las riendas del gobierno”, “La defensa común”, “El bienestar general”, “La economía” y “Agencias reguladoras independientes”.
Se estima que la propuesta cuenta actualmente con el apoyo de más de un centenar de organizaciones de derecha y conservadores que, según los críticos, podrían formar parte de una segunda administración de Trump si resultara reelegido en noviembre.
Sin embargo, Trump calificó los intentos de vincularlo con el documento como “pura desinformación” y afirmó que “no tiene nada que ver” con él, lo cual, a juicio de observadores, es la manera de tratar de no levantar el temor entre sectores de votantes.
Hogan dijo que los republicanos restan importancia a la influencia del plan, porque “en verdad, el Proyecto 2025 toma muchos de los principios que han hecho grande a esta nación y los destruye”, subrayó en su artículo.
El exgobernador de Maryland se postula este año para cubrir la vacante en el Senado que dejó al jubilarse el legislador demócrata Ben Cardin y para él uno de los objetivos principales del proyecto de marras va dirigido a los trabajadores federales y podría afectar a más de 150 mil residentes en su estado.
Alertó que el propósito es “destituir a los funcionarios públicos no partidistas, la mayoría de los cuales hacen su trabajo patrióticamente sin fanfarrias ni agendas políticas, y reemplazarlos con leales al presidente”.
Hogan, cuyo padre era un agente del FBI, también destacó que el Proyecto 2025 debilitaría la independencia del Departamento de Justicia respecto del presidente, y argumentó que la justicia imparcial no debe abandonarse por elección y diseño.
Respecto a las políticas “absurdas y peligrosas” del plan, destacó que, por ejemplo, el Departamento de Educación y la Reserva Federal podrían potencialmente disolverse y además se realizarían deportaciones masivas.
«Este enfoque radical está fuera de contacto con el pueblo estadounidense», dijo Hogan. «La mayoría de los estadounidenses, independientemente de su afiliación partidista, tienen más en común de lo que muchos creen», consideró.
“Quieren soluciones de sentido común para abordar el costo de vida, hacer que nuestras comunidades sean más seguras y proteger la frontera mientras se arregla el sistema de inmigración fallido”, añadió.
Pero «en lugar de abordar estos problemas, el Proyecto 2025 opta por una guerra total contra el otro lado, haciendo imposible encontrar puntos en común».
Realmente, pese a la distancia que pretende establecer Trump de la iniciativa, no está lejos de las promesas que el republicano ha repetido durante su campaña electoral y que reiteró en la clausura en Milwaukee de la Convención Nacional Republicana.
El candidato Trump anticipó deportaciones masivas y que, de ganar nuevamente las llaves de la Casa Blanca, cerrará la frontera con México “desde el primer día” y concluirá la construcción del muro fronterizo que inició en su primer periodo presidencial (2017-2021).
Durante su discurso de aceptación de la nominación del partido el pasado jueves -que se extendió por 96 minutos, récord para este tipo de evento- el magnate estadounidense, ante miles de seguidores y toda la dinastía Trump, afirmó que “es tiempo de un cambio”.
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