En su mensaje a los líderes reunidos en la primera reunión previa a la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, el titular de Naciones Unidas aseguró que, a nueve años de los compromisos adoptados en Addis Abeba, muchos aún siguen sin cumplirse.
“Mientras tanto, el mundo se enfrenta a sacudidas sísmicas que dificultan la solución de los problemas financieros y a divisiones geopolíticas que socavan la acción colectiva”, advirtió.
A la par, los países en desarrollo enfrentan perspectivas limitadas para financiar los Objetivos de Desarrollo Sostenible por las altísimas cargas de deuda y costos de capital, agregó.
Frente a ese contexto, el alto representante instó a sacar provecho en la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo para adoptar reformas ambiciosas con financiamiento asequible a largo plazo a gran escala y hacer realidad el estímulo para las metas trazadas.
La cita, agregó, presenta una oportunidad única para reformar un sistema financiero internacional que es obsoleto, disfuncional e injusto, desde la arquitectura fiscal y de la deuda hasta el sistema de bancos públicos de desarrollo, las normas de comercio e inversión, la red de seguridad financiera y la gobernanza global.
“Necesitaremos las mejores ideas para informar los debates y la máxima voluntad política para actuar”, agregó el máximo responsable de la ONU con un llamado a crear un mundo más justo, equitativo y sostenible.
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