Monsalve precisó que 21,6 por ciento de los casos murieron por la violencia intrafamiliar, 17 a manos de personas que no son de la familia y 38,5 estuvo ligado a escenarios delictivos.
Los datos revelan una tendencia creciente de los crímenes contra este grupo etario en el último lustro. Si en 2018 se registraron 37 casos, en 2023 la cifra subió hasta 66.
El subsecretario del Interior se presentó ante la comisión legislativa luego del asesinato de cuatro adolescentes de entre 13 y 17 años cuando salían de una fiesta en la comuna de Quilicura, un hecho que provocó profunda conmoción aquí.
A raíz del crimen, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) condenó los reiterados hechos de violencia que afectan a los menores y llamó al Estado chileno a garantizarles entornos seguros.
“No es aceptable que niños, niñas y adolescentes, realizando sus actividades cotidianas en sus propias comunidades, resulten muertos o heridos”, advirtió la organización.
Según Unicef, el país aún está a tiempo de revertir esta tendencia y evitar que el homicidio sea la principal causa de muerte de menores, como sucede en otras naciones de la región.
“Chile ha avanzado en muchos ámbitos, como la reducción de la mortalidad infantil, la creación del Chile Crece Contigo, la implementación de un potente programa de vacunación; no puede ser que la vida de esos niños y niñas luego se pierda en la adolescencia”, señaló el organismo de Naciones Unidas.
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