La Casa Blanca publicó la actualización del doctor Kevin O’Connor, médico de Biden, quien dijo que el mandatario no presenta síntomas de la enfermedad y que todos sus parámetros son normales.
Durante una visita ayer al equipo de campaña demócrata en Wilmington, Delaware, la vicepresidenta Kamala Harris se refirió a los obstáculos en la contienda que describió como «una montaña rusa”.
Harris reiteró que ama a Biden y en medio de su discurso, el mandatario hizo una llamada con la cual rompió el silencio que lo rodeaba desde que se aisló en Delaware.
El ocupante del Despacho Oval dijo que aunque no esté en la candidatura seguirá totalmente comprometido con la campaña y afirmó que en los seis meses que le restan a su presidencia está “decidido a hacer todo lo que pueda, tanto en política exterior como en política interior».
Al referirse a la suspensión de la contienda dijo: «Sé que la noticia de ayer fue sorprendente y fue difícil para ustedes escucharla, pero fue lo correcto» y subrayó que «el nombre ha cambiado en la parte superior de la lista, pero la misión no ha cambiado».
Cuando Biden comenzó a considerar si debía retirarse estaba en el camino de tomar una de las decisiones más difíciles de sus 50 años de carrera política, según reseñas de la prensa local.
El discurso de Harris en Wilmington, Delaware, siguió a un agitado período de 24 horas en el que los demócratas se unieron en torno a la candidatura de la también exfiscal general de California y exsenadora.
Aunque algunos abogan por un proceso de selección abierto, de continuar esta racha, Harris parece encaminarse hacia la nominación del partido en la Convención Nacional Demócrata, prevista del 19 al 22 de agosto en Chicago, Illinois.
Este lunes recibió el respaldo de la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, y también obtuvo el apoyo de los gobernadores Andy Beshear (Kentucky), Gavin Newsom (California) y Josh Shapiro (Pensilvania), quienes eliminaron así especulaciones de que podrían desafiarla en la convención.
La salida de Biden de la campaña electoral la precipitó el pobre desempeño que tuvo en el debate presidencial con su entonces rival Donald Trump, lo que levantó dudas acerca de su capacidad para enfrentar al republicano en noviembre.
Los votantes demócratas inundaron la naciente campaña de Harris con donaciones, recaudando más de 80 millones de dólares en las últimas 48 horas, lo que sugiere que el dinero no será una de sus luchas en su campaña contra Trump.
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