Cuatro plazas por la vía directa y seis cupos universales permitieron a la nación de los cedros conformar una comitiva superior a la de Tokio 2020, cuando asistió con siete atletas.

La escopetera Ray Bassil es la principal referente e intentará en la capital gala poner fin a más de cuatro décadas de sequía de medallas de Líbano en el escenario olímpico, desde la presea de bronce del luchador Hassan Beshara en Moscú 1980.

En su cuarta participación a este nivel, Bassil obtuvo su boleto de manera directa, al igual que la tenimesista Mariana Sahakian, la taekwondoca Laetitia Aoun (57 kilogramos) y el judoca Caramnob Sagaipov (90 kilogramos).

A sus 35 años, la tiradora buscará en París mejorar sus anteriores desempeños de Londres 2012 (puesto 18), Río de Janeiro 2016 (escaño 14) y Tokio 2020 (lugar 21).

La escopetera libanesa llegará al certamen avalada por los éxitos recientes en la Copa del Mundo de Bakú, en mayo último, y el campeonato asiático en la urbe surcoreana de Changwon, en octubre pasado.

Dueña de seis preseas en Copas del Mundo, Bassil aparece en el noveno puesto del ranking mundial de la fosa olímpica y en pos de un premio en París tendrá de principales rivales a la española Fátima Gálvez, la turca Rumeysa Pelin Kaya y la sanmarinense Alessandra Perilli, ocupantes del top tres en ese orden.

Las invitaciones recibidas por Líbano recayeron en el floretista Philippe Wakim, los tenistas Benjamín Hassan y Hady Habib, el medio fondista Marc Anthony Ibrahim, además de los nadadores Simon Doueihy y Lynn al-Hajj.

En la historia olímpica, Líbano exhibe los subtítulos del grequista Zakaria Chihab (Helsinki 1952) y del pesista Mohamed Tarabulsi (Munich 1972), así como los metales de bronce de los gladiadores Khalil Taha (Helsinki 1952) y Hassan Bchara (Moscú 1980).

Londres 1948 marcó el debut de los deportistas libaneses en eventos bajo los cinco aros; y en el presente, dificultades económicas y conflictos entre las asociaciones que integran el Comité Olímpico levantino, complejizan la preparación de los exponentes nacionales y aleja la posibilidad de alcanzar preseas en lides regionales y bajo los cinco aros.

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