Rusia nunca ha renunciado al diálogo, siempre ha estado abierta al proceso negociador, dijo el vocero, en comparecencia ante la prensa, al comentar las palabras de Kuleba, en una reunión en la ciudad de Guangzhou con su par chino, Wang Yi.
Según Peskov, las declaraciones del titular de Exteriores ucraniano de que su país estaba dispuesto a iniciar las conversaciones van en línea con la posición de Moscú. Sabemos por informes que se hizo esta declaración en la reunión con el señor Wang Yi, enfatizó.
El portavoz matizó que de momento se desconocen detalles, los cuales son importantes para avanzar en esa dirección.
La última ronda de conversaciones entre Rusia y Ucrania para pactar el fin de las hostilidades tuvo lugar el 29 de marzo de 2022 en la ciudad turca de Estambul, y desde entonces los países no han vuelto a retomarlas.
Moscú en repetidas ocasiones se declaró dispuesto a reanudar el diálogo, pero lo condicionó a que Ucrania derogue su decreto que prohíbe retomar las negociaciones de paz.
El presidente Vladimir Putin, formuló antes varias condiciones para iniciar las negociaciones de paz, en particular, que Ucrania retire sus tropas de los cuatro nuevos territorios rusos (Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporozhie), y desista de adherirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Igualmente, que mantenga su estatus neutral, no alineado y no nuclear; y que además se levanten todas las sanciones contra Rusia. Ucrania rechazó la propuesta rusa catalogándola de un ultimátum.
Las fuerzas rusas llevan a cabo desde febrero de 2022 una operación militar especial para detener los bombardeos ucranianos contra los civiles de Donetsk y Lugansk, dos territorios que se independizaron de Ucrania en 2014 y se incorporaron a Rusia en septiembre de 2022.
Conforme al liderazgo ruso, los objetivos de la campaña militar son detener «el genocidio de los pueblos de Donetsk y Lugansk que cometía el régimen ucraniano» y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.
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